Cómo me gustan los latinajos. Bueno, esto no es un latinajo. Es el título de la obra de Copérnico, uno de los padres de la revolución científica del Renacimiento, donde afirmaba que no era el Sol el que giraba alrededor de la Tierra sino la Tierra la que giraba alrededor del Sol. En gran desafío al dogma geocentrista imperante.
¿Y por qué nombro esta obra? Porque, como se contempla en una de las diversas guías que hoy hemos analizado en clase con Mª José, parece ser que con el EEES (Espacio europeo de educación superior) se pretende cambiar el sentido pedagógico de la enseñanza universitaria en el ámbito europeo y cambiar el dogmatismo imperante del “enseñanzacentrismo” hacia uno totalmente opuesto: el “aprendizajecentrismo”. Otra revolución Copernicana. Y perdón por los palabros, es que siento que le pegan al contexto.
Total, que hemos hecho algunos grupos una exposición resumida de las guías propuestas en el módulo de Procesos y ha quedado bastante clara la concepción pedagógica del Plan Bolonia, al menos desde la visión de los autores de las guías (Ángel, Encarnación, Miguel y Mª José, docentes en nuestro máster).
Todos estuvimos de acuerdo con la lógica de las propuestas y del texto, siempre susceptible a matices, críticas y mejoras. Y, curiosamente (o no tanto), también estuvimos de acuerdo con que “del dicho al hecho hay un trecho”. Uy, ¿de qué me sonará eso? Parece que esto es recurrente en mi diario. De hecho tuvimos un buen rato de debate sobre ello.
En fin, que solo me queda esperar con ilusión poder formar parte de la pandilla de los copernicanos y seamos capaces de demostrar con los hechos que la tierra gira alrededor del Sol y no el Sol alrededor de la Tierra. Y comprobar al final del máster, que en mi papel de alumna, me he sentido como el Sol.
Post data: recomiendo leer también sobre las críticas al Plan Bolonia que no han sido pocas aquí en España.
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