Con esta frase resumiría nuestra sesión del viernes con Mª José y Encarna. Hablamos sobre las propuestas de los dos últimos cuadernillos referidos al EEES, nos expusieron el proceso de implantación de los “cambios” conceptuales y reales desde su departamento en su práctica docente universitaria, hablamos sobre el módulo de prácticas y terminamos con una sesión de introducción sobre la plataforma Mahara.
Todo esto me impregnaba de nuevo la sensación de que este máster está siendo predicado con el ejemplo. Hoy por parte de Mª José y Encarna. Decir también de nuevo que es un placer tener a dos docentes a la vez en clase. Nunca en mis años de facu se dio esa circunstancia.
En este máster, parafraseando a un buen amigo mío, me siento como una nativa primitiva de una isla perdida a quien le enseñan por primera vez un espejo.
Y a lo del espejo se le podría añadir además el sentido metafórico de la propia introspección y análisis personal.
¿Podría ser todo de otra manera?
Podría.
Yo sí tengo ganas. He de convencerme de que se puede. Por ahora no va mal la cosa.
Aunque ahora viene el “pero”: ¿Todavía estamos con el “aprender a aprender”, con el “enseñar a aprender?” esas manidas frases las llevo escuchando desde que entró la LOGSE ¿No se nos ha metido en la cabeza todavía? Mira que somos duros de mollera.
O no. Quizás el concepto de “aprender” y el concepto “enseñar” ya no son los mismos dentro de esa misma frase. “Aprender” y “enseñar” hace 20 años no necesitaban de los mecanismos y las prácticas que requieren las necesidades reales actuales.
A ver si entre todos conseguimos hacer realizable “esa otra manera”.
¿Podría ser?
Podría.
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