Una disonancia cognitiva es una desarmonía interna debido a pensamientos, creencias y emociones que entran en conflicto.

Este blog es una recopilación de mis entradas de diario del máster. No pretende describir las materias ni dar información sobre los contenidos o los procesos, sino simplemente reflejar los pensamientos que acuden a mi mente y que a veces pueden producir ciertas disonancias que espero que me sirvan para crecer como profesional y como persona.

Si no se entiende lo que escribo, da igual. Muchas veces no me entiendo ni yo.
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lunes, 6 de enero de 2014

Alumnos cautivos

He pasado un kit-kat navideño genial. He aprovechado para reunirme con personas a las que no suelo ver con asiduidad y lo he pasado estupendamente.
Si por un lado he tenido la sensación de no haber aprovechado el tiempo para adelantar trabajo -siempre hay tareas que hacer y más ahora con el máster-, por otro lado la percepción ha sido completamente opuesta pues he procurado no perder ninguna oportunidad para mantenerme en contacto con personas a quienes aprecio. Como me dijo una vez mi compañera de la EOI, Patricia, he estado celebrando estas fiestas como si se acabase el mundo. A fin de cuentas, el tiempo que pasas con tus seres queridos y las personas que aprecias son la clase de cosas que recordarás el resto de tu vida y por las que te recordarán a ti. Y si ese tiempo lo creas a base de buenos momentos, mejor que mejor.
Total, el otro día estuve con mi amigo Miguel de Granada, junto con Alberto y Jesús, y tuvimos un breve pero intenso encuentro donde nos dio tiempo a platicar sobre la audiencia cautiva. Todo comenzó con una mención a los llamados clientes cautivos, aquellos que como su propio nombre indica no tienen otra opción o elección y acaban irremediablemente siendo fieles consumidores de un producto o marca determinada. Unos son prisioneros a la fuerza como aquél que no tiene otra cosa para elegir y otros prisioneros voluntarios como el que elige siempre lo mismo, pero ambos son prisioneros al fin y al cabo.
Como algunos de la reunión teníamos relación con el mundo de la docencia, acabamos con la siguiente concatenaciónnegocio-cliente cautivo-audiencia cautiva-alumnos-sistema educativo. Y acabamos hablando de la motivación extrínseca más que de la intrínseca, claro.
Fíjate qué cosas, de la palabra cautivo surgió la idea de alumnado. ¿Son audiencia cautiva? ¿han de serlo por definición? ¿los docentes somos captores? ¿podrían no ser audiencia cautiva? ¿la motivación intrínseca es suficiente, sobre todo a edades tempranas? ¿es inherente la motivación extrínseca al fenómeno educativo? ¿qué papel tiene la innovación educativa sobre esta cuestión? Y otra vez la pregunta que se me repite continuamente: ¿En qué lugar nos situamos como docentes?
Tengo que quedar más con mis colegas granaínos. Anda que no nos echamos charlas buenas.


sábado, 26 de octubre de 2013

Cuestionario

Sexo: Mujer / Hombre / Considerable / Desmesurado
Edad: Lo digo / No lo digo
Profesión: Maestra / Otros
Realizando el máster de Innovación Educativa:  / No
Asignatura de hoy: Metodología / Procesos / Naturaleza y sentido / Otros
Tema de hoy: Competencias / Innovación / Cuestionarios / Tecnología
Profesores: Encarna y Mª José / Kiko y Miguel / Ángel
Ha trabajado hoy con sus compañeros:
Nada
Un pelín
Una mijilla
Una jartá
Una pechá
Ságerao
Ha debatido con: Nadie / Los compañeros / Los profesores / Todos
Ha aprendido:
Nada
Un pelín
Una mijilla
Una jartá
Una pechá
Ságerao
Ha constatado que:  Sus esquemas no son iguales que los de los demás.
                                      Hay que tener claro qué pretendemos indagar.
                                      Cuanta más información mejor.
                                      No poner número impar de respuestas.
                                      Todos los anteriores.
                                      Este para rellenar para que no salgan impares.
Observaciones: Pa qué.
 
Sí, me ha salido un cuestionario muy malagueño.   

¿Seré competente?

Si Miguel y Kiko me hacían sentir murciélagos en el estómago, Ángel tiene el poder de colocármelos dentro del cráneo, que no sé si es peor, porque hay menos hueco.
Me ha pasado en todas sus clases hasta ahora, creer una cosa, y hacerme dudar de lo que pensaba.
Hoy amplié mi concepto de competencias. Y eso que solo hemos visto una de las tres definiciones alternativas de Ángel a las de DeSeCo. Hemos desgranado cada frase, sus palabras y sus definiciones diría que hasta niveles que ni el CERN con las partículas subatómicas.
Y lo hemos hecho hoy con las competencias hasta el punto de que he dudado si realmente soy competente. Competente en el sentido de competencias, entiéndase. Por un momento veía la personalidad elegida como el límite de una función y la competencia su asíntota.
Porque claro, si consideramos la educación como una construcción enriquecedora del propio proyecto vital, para mí, es una tendencia al infinito.
Por eso mi comentario para Ángel sobre mis problemas con los límites.
Y por eso el título de mi entrada ¿tengo alcanzadas competencias como educadora? Desde el punto de vista de una función continua, sí. Porque ciertos conocimientos, habilidades, actitudes, valores y emociones tengo. Pero cuando me voy acercando a la asíntota, no. Porque siempre puedo mejorar

martes, 22 de octubre de 2013

Érase una vez...

“Érase una vez, en un reino no muy lejano, un gran señor feudal, poderoso y dueño de muchas tierras que buscaba la creación de un gran Códice que albergase los secretos para arrojar luz sobre el uso de las tecnologías de la época que utilizaban los maestros a la hora de enseñar a sus aprendices en las artes de la adquisición del conocimiento y la sabiduría.
La misión fue encomendada a los Caballeros de la Orden de la Investigación Cualitativa, quienes entre luchas, contiendas, justas y lides diversas pusieron todo de su parte, defendiendo sus convicciones, para realizar aquel gran compendio que abarcara todos esos secretos que se reunirían en ese gran Códice”.
¿Cómo sucedió todo?
Pues tal y como nos contaron Kiko y Miguel hoy en clase de Metodología. Así. Tal cual. Como si de una singular y emocionante historia se tratase.
Nos contaron el proceso real que pasaron ellos para realizar el diseño de expertos que nos propusieron hace varios días. Sí, ese de los murciélagos. Solo que para ellos, en lugar de murciélagos eran buitres. O sea, que probablemente arañasen y picasen más.
¿El objetivo de la historia? Entender los avatares del diseño de una investigación. Y entender que cada investigación supone una historia distinta, con su propio relato y su propia aventura.
Como todas las buenas historias, la creatividad es primordial, pero si quieres contar una buena, hay determinadas fórmulas en cuanto a estructura y formato que sí sería preceptivo seguir. Los buenos escritores y creadores de historias se caracterizan tanto por su  creatividad como por su calidad formal. Supongo que será parecido si hablamos de grandes investigadores y de sus historias.
La de hoy, desde luego, la he escuchado con el mismo interés como si de un emocionante cuento se tratase.
A ver qué aventura soy capaz de contar cuando me llegue el momento.

Y después de la catarsis musical...

Pues sí. La entrada CARMINA BURANA se centró en cierta sensación de ebriedad que me embargaba al terminar nuestro primer trabajo (No, no hizo falta tomarnos psicofármacos ni jugos de índole diversa para producir este tipo de alteraciones en el cerebro. Con los murciélagos fue suficiente). Tengo la intuición de que esa ebriedad viene de una readaptación de mis esquemas mentales y haber sido consciente de ello.
Ahora me centraré en el proceso, que ha sido lo que me ha fascinado.
Resulta que ha sido la primera vez que he aprendido mediante una experiencia de esta índole. Me ha recordado a los PBL que explicaba Mª José: Enfrentarnos a un problema sin saber nada y buscarnos la vida para solucionarlo. El esquema ha sido muy sencillo:
- Nos plantean una situación real ante nuestros muy limitados conocimientos teóricos (momento dolor de cabeza).
- Tenemos que enfrentarnos a ella realizando un diseño de Investigación coherente y defendible. La analizamos y la elaboramos en pequeño grupo (momento murciélago). Los profesores van visitando los grupos y nos ofrecen su guía y su consejo (es decir, nos cuestionan todo y ponen cara de póker ante nuestras propuestas).
- Una vez terminado el diseño, exponemos cada propuesta en gran grupo -chapeau por todos- y debatimos y rebatimos. En ocasiones hasta pasionalmente (momento fusilamiento).
- Hacemos análisis final y constatamos que no ha sido tan horrible lo que hemos conseguido (momento Carmina Burana).
Y lo más interesante es que esta ha sido una actividad ideada para poner en juego nuestras intuiciones e ideas previas sobre el tema y así disponer la mente e iniciarnos más en profundidad sobre la Investigación Cualitativa.
Creo que no sería exagerado afirmar que en este caso que Kiko y Miguel han predicado el máster con el ejemplo.
Pero aunque los compañeros de clase salimos comentando lo productiva que había sido la actividad, insisto en pensar en que no veré los verdaderos resultados hasta que pasen X años, que será cuando diga: “Recuerdo que cuando hice el máster, tuve una asignatura donde…”
A ver qué diré en ese momento. Y qué estaré haciendo. Y cómo. Y por qué.

Murciélagos en el estómago

Jolines, me hubiera gustado más sentir mariposas en el estómago como dicen de los enamorados. Pero por nuestro bien, o al menos esa era y seguirá siendo la intención, Kiko y Ángel nos obligan a sentir murciélagos en lugar de mariposas. Porque eso es lo que siente uno cuando empieza de cero un trabajo, una investigación, una inmersión en un caos que queremos ordenar. Hoy continuábamos con el ejemplo de investigación que comenté en la entrada del “dolor de cabeza”.
Murciélagos, dolor de cabeza, caos…, parece que esté hablando de torturas de la Inquisición.
No, no nos equivoquemos. Jugar con infinitas variables para poner orden, darle un sentido y entender o acercarnos lo mejor posible a la realidad construida (que no lo real, eso ya lo he aprendido), puede generarnos al principio una cierta sensación de perplejidad y confusión, pero luego ir pegando piezas de un puzzle de infinitas combinaciones y ver que va teniendo forma y que encima puede ir cambiando de forma en el proceso, eso, como el anuncio de Master Card, no tiene precio.
Es lo que me ha pasado hoy. He sentido por primera vez ese “click” que a lo mejor se convierte en un “crash” o un “cataplum”, pero lo he sentido. Por un momento tuve la sensación de ir encaminada, de entenderlo. Por un momento. Que luego vienen Kiko y Miguel y te lo desmontan todo. Pero al igual que te lo desmontan, te ayudan a volver a montarlo.
¿Estaré comenzando a entender el sentido de la Investigación?

De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones de las esferas celestes)

Cómo me gustan los latinajos. Bueno, esto no es un latinajo. Es el título de la obra de Copérnico, uno de los padres de la revolución científica del Renacimiento, donde afirmaba que no era el Sol el que giraba alrededor de la Tierra sino la Tierra la que giraba alrededor del Sol. En gran desafío al dogma geocentrista imperante.
¿Y por qué nombro esta obra? Porque, como se contempla en una de las diversas guías que hoy hemos analizado en clase con Mª José, parece ser que con el EEES (Espacio europeo de educación superior) se pretende cambiar el sentido pedagógico de la enseñanza universitaria en el ámbito europeo y cambiar el dogmatismo imperante del “enseñanzacentrismo” hacia uno totalmente opuesto: el “aprendizajecentrismo”. Otra revolución Copernicana. Y perdón por los palabros, es que siento que le pegan al contexto.
Total, que hemos hecho algunos grupos una exposición resumida de las guías propuestas en el módulo de Procesos y ha quedado bastante clara la concepción pedagógica del Plan Bolonia, al menos desde la visión de los autores de las guías (Ángel, Encarnación, Miguel y Mª José, docentes en nuestro máster).
Todos estuvimos de acuerdo con la lógica de las propuestas y del texto, siempre susceptible a matices, críticas y mejoras. Y, curiosamente (o no tanto), también estuvimos de acuerdo con que “del dicho al hecho hay un trecho”. Uy, ¿de qué me sonará eso? Parece que esto es recurrente en mi diario. De hecho tuvimos un buen rato de debate sobre ello.
En fin, que solo me queda esperar con ilusión poder formar parte de la pandilla de los copernicanos y seamos capaces de demostrar con los hechos que la tierra gira alrededor del Sol y no el Sol alrededor de la Tierra. Y comprobar al final del máster, que en mi papel de alumna, me he sentido como el Sol.
Post data: recomiendo leer también sobre las críticas al Plan Bolonia que no han sido pocas aquí en España.

domingo, 20 de octubre de 2013

Un dolor de cabeza que merece la pena

Esta es la frase demoledora con la que me quedo hoy. Me ha encantado y le ha salido del alma a nuestro compi de Albacete. Y yo lo suscribo.
¿Cómo es posible llevar una semana y algo más hablando de lo cualitativo y lo cuantitativo, del positivismo y el naturalismo, del objetivismo y del subjetivismo..., y luego no ponernos de acuerdo en los grupos sobre estos conceptos al aplicarlos en un ejemplo práctico?
Se nos propuso afrontar un problema sobre si era posible ofrecer una opción cualitativa ante un requerimiento que pedía a gritos un abordaje cuantitativo. Y en lugar de constatar lo estupenda alumna que me considero (en cuanto a empeño me refiero, Dios me perdone la vanidad), me doy cuenta de que en realidad no lo tengo tan claro y sé bastante poco (por no decir nada). Y lo constato más todavía al debatir, intercambiar opiniones y, sobre todo, no ponernos de acuerdo en el grupo en cuanto a las respuestas. Qué digo respuestas, ni siquiera a la interpretación de la pregunta, que es peor.
Mi compañera Silvina planteó que realmente lo que estamos haciendo es romper esquemas, y ese es un proceso costoso. Gran verdad.
Vaya dolor de cabeza.
Quizás tenga tendencias masoquistas pero este tipo de dolores son casi agradables: me muestran que estoy viva y que estoy aprendiendo.
Ya me lo dijo Miguel, que iba a aprender más con estos dolores de cabeza que con 50 clases suyas. Y no digo que él no dé dolor de cabeza (es broma, Miguel).

Hablando de INVESTIGACIÓN...

 
 
Mañana arranca la semana de los Premios Nobel. Supongo que es uno de los premios con más entidad en el mundo de la Investigación donde se premia la excelencia. Aquí dejo un artículo sobre quiénes pueden ser los posibles ganadores este año y una reflexión de cómo dar importancia al valor de la investigación/descubrimiento realizado.
Campos en los que se entregan los Premios Nobel:
Más información sobre los Premios Nobel:
¿No hay  Premio Nobel para la Investigación en Educación? ¿Cuál sería su equivalente?
¿Será que estos premios están centrados en la Investigación cuantitativa? ¿Desechan per se la Investigación cualitativa? no tengo información suficiente.
Habrá quien diga que este premio no tenga tanto prestigio o entidad, no sé, pero por otra parte, bien orgullosos que estamos cuando hablamos de nuestros Premios Nobel.
Como bien dice uno de los posibles candidatos, Bruce Ames (Química): “Hay un montón de personas inteligentes en el mundo. No estoy conteniendo la respiración. Lo creeré cuando lo oiga”. Una cosa es merecerlo; otra, ganar el reconocimiento de tus colegas y otra, más compleja, es que lean en voz alta tu nombre en Estocolmo.

sábado, 19 de octubre de 2013

Una fuerza irresistible frente a una piedra inamovible

Esa fue la impresión que tuve al comparar los dos paradigmas de investigación que hemos analizado hoy: experimental e interpretativa. En un libro de Asimov se preguntaba qué ocurriría si se enfrentaba una fuerza irresistible contra una piedra inamovible. Y la respuesta era, creo recordar, que ambos objetos no podían coexistir en un mismo universo.
Qué vehemencia la de Kiko y Miguel, y qué entusiasmo. Un paradigma irresistible y otro paradigma inamovible. Ni uno es irresistible ni el otro es inamovible, pero se entiende la metáfora ¿no? Desde el punto de vista de la investigación educativa, eso sí.
¿Cosas que no sabía hasta hoy? Muchos términos relativos en cuanto a Investigación se refieren. Las sutilezas entre las diferencias de los dos tipos de investigación: cualitativa y cuantitativa, que, si bien, las intuía, pero no era capaz de precisar en sus definiciones. Ahora ya lo tengo un poco más claro.
¿Qué he constatado hoy? La relatividad de las ideas. Que no podemos sentenciar sobre casi nada y lo que para unos puede ser válido, para otros puede ser totalmente lo contrario.
¿Qué se me ha quedado claro y diáfano? la necesidad de ser riguroso en la investigación, que no tiene nada que ver (o al menos no es lo mismo) con ser objetivo.
¿Con qué me quedo? Con el placer de poder escuchar a la vez la elocuencia de dos profesores dando una misma clase en interacción conjunta con los alumnos. Complementándose y complementándonos. 
Gracias por la clase de hoy.