Una disonancia cognitiva es una desarmonía interna debido a pensamientos, creencias y emociones que entran en conflicto.

Este blog es una recopilación de mis entradas de diario del máster. No pretende describir las materias ni dar información sobre los contenidos o los procesos, sino simplemente reflejar los pensamientos que acuden a mi mente y que a veces pueden producir ciertas disonancias que espero que me sirvan para crecer como profesional y como persona.

Si no se entiende lo que escribo, da igual. Muchas veces no me entiendo ni yo.

domingo, 27 de octubre de 2013

El Principio de Incertidumbre de Heisenberg

Os he de confesar que hace un tiempo ya, mantuve un dilatado escarceo amoroso con uno de los más atractivos cuerpos del paradigma cuantitativo: la disciplina de las Ciencias Físicas. Esa exactitud, esa sensibilidad, esa precisión, esos patrones perfectos, esos principios irrefutables, la vehemencia de sus resultados… Todo ello me resultaba irresistible.  Y ya los tríos con las matemáticas suponían un desenfreno racional total.
La verdad es que disfruté mucho de esa relación. Pero por avatares de la vida, acabamos tomando caminos separados. Simplemente no estábamos hechos el uno para el otro.
Como tantas cosas de aquella época, nunca podré olvidar el principio de Incertidumbre de Heisenberg. Lo explico: A nivel cuántico es posible fijar la posición de una partícula con total precisión pero será imposible conocer su velocidad. Y si por el contrario se conoce su velocidad, no se sabrá a ciencia cierta en qué punto se halla. O sea: La acción del observador altera el sistema observado y no puedes observar las dos magnitudes a la vez, si conoces una, se altera la otra.
Pues bien, en las prácticas constato que podemos hacer o de observadores externos (observando a otro profesional) o de observadores internos (de nuestra propia labor) y, sin embargo, me siento como si me moviese a niveles subatómicos.
¿Por qué? Porque llegaré nueva a un centro de interina, no conoceré mis funciones hasta mañana, no tengo “profesor modelo” y tengo que analizar y reflexionar sobre mi propia acción que no está ni organizada, ni fundamentada, ni preparada, ni trabajada, ni nada. Me vienen a la mente todos los “nis” que se acompañen de “adas”.
Total, que si analizo mi posición, igual no encuentro mi momento (velocidad), y si analizo mi momento (velocidad), igual no encuentro mi posición.
En fin, espero subir a niveles más altos y volver a los límites de la física Newtoniana, donde las manzanas, si caen, caen para abajo. Y puedes observarlas. Y hasta saber con qué aceleración caen.
Ahora que lo pienso… ¿soy Newton? ¿o soy la manzana?
Mañana lo sabré. Esto son desvaríos de los nervios de empezar el periodo de prácticas.
Ah, no os lo había dicho. Ya tengo centro (Emoji sonriente).
Mañana empezaré a escribir de verdad. Preparaos. Juas, juas, juas, juas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario