Una disonancia cognitiva es una desarmonía interna debido a pensamientos, creencias y emociones que entran en conflicto.

Este blog es una recopilación de mis entradas de diario del máster. No pretende describir las materias ni dar información sobre los contenidos o los procesos, sino simplemente reflejar los pensamientos que acuden a mi mente y que a veces pueden producir ciertas disonancias que espero que me sirvan para crecer como profesional y como persona.

Si no se entiende lo que escribo, da igual. Muchas veces no me entiendo ni yo.
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martes, 22 de octubre de 2013

Érase una vez...

“Érase una vez, en un reino no muy lejano, un gran señor feudal, poderoso y dueño de muchas tierras que buscaba la creación de un gran Códice que albergase los secretos para arrojar luz sobre el uso de las tecnologías de la época que utilizaban los maestros a la hora de enseñar a sus aprendices en las artes de la adquisición del conocimiento y la sabiduría.
La misión fue encomendada a los Caballeros de la Orden de la Investigación Cualitativa, quienes entre luchas, contiendas, justas y lides diversas pusieron todo de su parte, defendiendo sus convicciones, para realizar aquel gran compendio que abarcara todos esos secretos que se reunirían en ese gran Códice”.
¿Cómo sucedió todo?
Pues tal y como nos contaron Kiko y Miguel hoy en clase de Metodología. Así. Tal cual. Como si de una singular y emocionante historia se tratase.
Nos contaron el proceso real que pasaron ellos para realizar el diseño de expertos que nos propusieron hace varios días. Sí, ese de los murciélagos. Solo que para ellos, en lugar de murciélagos eran buitres. O sea, que probablemente arañasen y picasen más.
¿El objetivo de la historia? Entender los avatares del diseño de una investigación. Y entender que cada investigación supone una historia distinta, con su propio relato y su propia aventura.
Como todas las buenas historias, la creatividad es primordial, pero si quieres contar una buena, hay determinadas fórmulas en cuanto a estructura y formato que sí sería preceptivo seguir. Los buenos escritores y creadores de historias se caracterizan tanto por su  creatividad como por su calidad formal. Supongo que será parecido si hablamos de grandes investigadores y de sus historias.
La de hoy, desde luego, la he escuchado con el mismo interés como si de un emocionante cuento se tratase.
A ver qué aventura soy capaz de contar cuando me llegue el momento.

Murciélagos en el estómago

Jolines, me hubiera gustado más sentir mariposas en el estómago como dicen de los enamorados. Pero por nuestro bien, o al menos esa era y seguirá siendo la intención, Kiko y Ángel nos obligan a sentir murciélagos en lugar de mariposas. Porque eso es lo que siente uno cuando empieza de cero un trabajo, una investigación, una inmersión en un caos que queremos ordenar. Hoy continuábamos con el ejemplo de investigación que comenté en la entrada del “dolor de cabeza”.
Murciélagos, dolor de cabeza, caos…, parece que esté hablando de torturas de la Inquisición.
No, no nos equivoquemos. Jugar con infinitas variables para poner orden, darle un sentido y entender o acercarnos lo mejor posible a la realidad construida (que no lo real, eso ya lo he aprendido), puede generarnos al principio una cierta sensación de perplejidad y confusión, pero luego ir pegando piezas de un puzzle de infinitas combinaciones y ver que va teniendo forma y que encima puede ir cambiando de forma en el proceso, eso, como el anuncio de Master Card, no tiene precio.
Es lo que me ha pasado hoy. He sentido por primera vez ese “click” que a lo mejor se convierte en un “crash” o un “cataplum”, pero lo he sentido. Por un momento tuve la sensación de ir encaminada, de entenderlo. Por un momento. Que luego vienen Kiko y Miguel y te lo desmontan todo. Pero al igual que te lo desmontan, te ayudan a volver a montarlo.
¿Estaré comenzando a entender el sentido de la Investigación?