Una disonancia cognitiva es una desarmonía interna debido a pensamientos, creencias y emociones que entran en conflicto.

Este blog es una recopilación de mis entradas de diario del máster. No pretende describir las materias ni dar información sobre los contenidos o los procesos, sino simplemente reflejar los pensamientos que acuden a mi mente y que a veces pueden producir ciertas disonancias que espero que me sirvan para crecer como profesional y como persona.

Si no se entiende lo que escribo, da igual. Muchas veces no me entiendo ni yo.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Mucha masa en poco volumen

Esto sería lo que llamaríamos densidad. Y si el cuerpo contiene mucha masa en poco volumen es que es bastante denso.
Cuánta masa conceptual en tan poco volumen temporal. Hoy he quedado fascinada con la clase de Pepe Contreras. Al principio me dije: ¿Qué galimatías está diciendo? Porque confieso que tal cual él hablaba, intentaba tomar apuntes pero nunca me daba tiempo de terminar las frases. Y tengo un par de folios llenos de frases inacabadas e incoherentes a primera vista: “Sentido del saber y la cultura para relacionarnos con”, “¿Qué relación interna como vivencia”, “Percibir y sentir van jun…”, “No interpreto, abro preguntas…”, y así sucesivamente.
Total, que al final paso de escribir y decido escuchar. Lo que dice Pepe necesita ser rumiado con tranquilidad. Hablamos del nacimiento de las inquietudes pedagógicas, y reflexionar sobre ello necesita de su tiempo. Esas inquietudes pedagógicas tienen cierta relación con lo que él llama el hueco de la alteridad y lo que pasa por nosotros en relación con los demás. Pero es que encima, cuando llego a la conclusión de que se trata de interpretar al otro a través de mi mirada y mi bagaje, dice Pepe que ¿quién soy yo para interpretar al otro?
Uf, entender este juego de relaciones sensoriointerpretativas del interior-exterior de uno mismo y de los demás requiere de un gran esfuerzo por mi parte. Todavía lo estoy digiriendo.
Al final no tuve más remedio que felicitar a Pepe Contreras. Me han gustado mucho sus escritos. Han sido como flechas directas al corazón. No sé por qué me han resultado tan evocadores. Recordando lo que dijo Sandra, dije a Pepe que venía en busca de respuestas y me voy con muchas más preguntas.
Y creo que la esencia del máster tiene que ver con ello: No tanto la de encontrar respuestas sino la de hacernos más preguntas todavía.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Un señor airado, puertas de colores y mucha información bruta

Estos últimos días estamos yendo un tanto acelerados. Hubiera querido hacer una entrada para cada sesión pero caigo muerta cada noche para resucitar no al tercer día como me gustaría sino al día siguiente para estar a tope de nuevo con las clases con mis niños pequeños por la mañana y mis niños grandes por la tarde.
Me he quedado sin voz. La puñetera me ha dejado sola ante el peligro y ahora ya no tengo los poderes de Bene Gesserit –léase Dune- que me confiere el uso de mis cuerdas vocales sobre todo con los querubines de mi colegio.
Puedo resumir las últimas sesiones con la imagen de un señor airado en la última fila durante el seminario sobre una escuela alternativa de Barcelona, supongo que resultado de encontrarse de golpe con semejante tipo de propuestas sin haber predispuesto antes la mente ni haber preparado los pensamientos; con preciosas puertas de colores representativas de la filosofía especial de un colegio que tuvimos la ocasión de visitar; y hoy, con mucha información bruta que hemos tenido de categorizar. Información bruta, que no brutal, pero bruta al fin y al cabo.
Nos tuvo que recordar Kiko que el hecho de degollarnos entre los grupos era un juego para otorgar y construir significados. Reconozco que haciendo críticas y siendo criticado es una buena forma de reconstruir nuestros significados. Chapeau.

Ah, y en esta clase volvieron a aparecer mis queridos corchetes ¡y con puntos suspensivos en medio! ¡cómo molan!

jueves, 21 de noviembre de 2013

Espiral

Durante la sesión con Kiko y MIguel me acordé del currículum en espiral de Bruner. No sé si por cierta sensación de dejá vu frente a las síntesis y debates que hubo en clase, o por el cansancio que arrastro y parezco observar que arrastramos en el grupo. O el frío que nos enlentece los pensamientos.
Llevamos ya un buen recorrido de máster y parece que se van notando los efectos secundarios. El trabajo se acumula, acabamos las clases con los ojos enrojecidos y parecemos más fatigados.
Yo por lo pronto, hoy casi acabo en posición horizontal en mi silla de pala. Sofía me lo confirmó. Sé que me pasa cuando tengo sueño. Y no es porque la clase de hoy fuese tediosa, ni mucho menos. Imposible con Kiko y Miguel. De hecho hice bastantes preguntas. Pero gran parte de ellas en posición cuasihorizontal. Además, hablamos de “maldades”, de unidades de medida cualitativas (¿cómo era…? ¿chiquicientos…?), voló alguna tiza, y hasta llegué a la absurda situación de quedarme prácticamente encerrada pero fuera del aula. Todo ello mientras hablábamos sobre las entrevistas y los grupos focales. La sesión de hoy tuvo su chicha, sí.
Pero la sensación de haber estado en una espiral no se me quita. Sea de Bruner o de lo que sea. Ando algo mareada.
Me he tomado casi una bolsa entera de chuches, a ver si se me pasa.

martes, 19 de noviembre de 2013

Educar con razón y corazón

Hoy ha sido la tarde de la semántica y el léxico en la clase de Ángel. Dejé gran parte de la clase de Kiko y Miguel por un claustro en mi nuevo cole que me resultó agradablemente revelador. Espero que siga así la cosa en el trabajo. Lástima no poseer el don de la ubicuidad. En fin.
Sobre la semántica y el léxico me refiero a la importancia que tienen las palabras que utilizamos para ordenar nuestra mente y expresarnos, sobre todo esta tarde, donde hemos hecho ciertos malabarismos con las palabras y las atribuciones que les damos de manera consciente o inconsciente. He de reconocer que hablamos mucho, pero también nos perdemos mucho en debates semánticos.
“¿Estamos hablando de lo mismo?” le pregunté a Diana, con quien debatía sobre el concepto de tutor-guía. Y creo que no, que hablábamos de cosas diferentes.
Lo de pasión racional fue un ejercicio de funambulismo donde buscábamos el equilibrio entre dos conceptos antagónicos. La pasión racional busca tanto el compromiso como el distanciamiento, el enamoramiento y la reflexión, estar dentro y a la vez estar fuera, en definitiva, hacer las cosas con razón y corazón a la vez. Aquí apareció Unamuno y la agonía donde te apasionas y sufres a la vez ¿A alguien le suena de algo este dimorfismo de una misma cosa? Porque a mí sí. Y es lo que me pasa con mi labor profesional.
Yo hablé de escalar una montaña y Adri habló del sentido salvífico de la Educación, con E mayúscula -salvífico no sé si ponerlo en mayúscula. Lo dejaré en minúscula-.
También buscamos la diferencia entre el significado y el sentido de las realidades. Cosa nada desdeñable.
Ah, y qué bello lo de “pensar alto y sentir hondo”. Desde arriba y hacia adentro. Directos al alma desde una gran altura.
Lo dicho, que lo suyo sería educar con razón y corazón. Las dos cosas.

jueves, 7 de noviembre de 2013

La plasmación a través de un circulito rojo

Observar. Hemos dedicado la tarde a hablar sobre la observación. Y más cosas. Pero gran parte del debate ha estado dirigida a la observación y su plasmación. La plasmación es moldear una materia para darle forma figurada, eso no lo digo yo, lo dice la RAE.
A ver si me he enterado bien de la clase de hoy. Como Kiko y Miguel me lean, me compran la mordaza que les he sugerido.
Se trata de plasmar la observación a través de un relato. Uno de los temas centrales de esta tarde ha sido las necesidades formales de ese relato para la Investigación Cualitativa.
Miguel me lo dejó algo más fácil de entender, pues desde mi ignorancia investigadora, no entendía el porqué de esa plasmación. Si tengo un vídeo para observar ¿por qué tengo que escribir lo que veo? Y Miguel me lo aclaró con el ejemplo del visionado de una escena de una calle. No te das cuenta de algo que acontece hasta que a alguien se le ocurre poner un circulito rojo alrededor de ese señor que está pasando a lo lejos y le ocurre algo relevante.
Alguien ha plasmado un circulito rojo en el vídeo.
Alguien le ha dado un sentido a ese vídeo.
Plasmar lo observado ayuda a dar sentido [eso he creído entender].
(Quizás habría tenido que poner todo entre corchetes por aquello de la interpretación personal).

sábado, 2 de noviembre de 2013

Camilo José Cela

Pues nada, que se acabó mi sustitución y me acaban de dar otro destino.
Curiosamente me ha llevado a echarme unas risas con la lectura de uno de nuestros premios Nobel, Don Camilo José Cela quien junto a Alfonso Canales, con su pluma mordaz y afilada consiguió elevar a la categoría de lo artístico una anécdota considerada en su momento luctuosa a la par que concupiscente. Cela lo calificó como una insólita y gloriosa hazaña sita precisamente en mi destino.
Recuerdo vagamente haber escuchado la historia en mi infancia, pero hasta ahora no me había puesto a leerlo.
No creo que haga falta dar más señas. Para eso está San Google.
Eso sí. Ni se me pasa por la cabeza hablar de ello cuando llegue a mi destino. Faltaría más.